Recuerdas cuando el tiempo era vida, ni oro, ni arena,
Cuando la soledad valia la pena,
Cuando la pena era tercera, si era,
Y la paz certera,
Entonces no había lutos, ni recuperaciones, ni largas esperas,
La mente volaba entre miles y miles de temas,
Buscando acertijos, resolviendo pequeños problemas.
Oh, hasta lo difícil entonces, que fácil era.