Exilio de bellas causas que un día fueron tuyas.

El límite de la ilusión.

El límite de la ilusión depende principalmente de lo iluso que uno sea.

Nadie avanza ni se completa con media sonrisa.

¿Y si no somos más que una condena a la eterna ilusa espera?

¿Pero quien es capaz de resistir eternamente?

Ni el corazón ni la mente se contentan por siempre

con el mero planteamiento del cuento.

Quien se conforma, y afirma eterno y puro su sentimiento, miente, 

aunque se convenza.

Nadie avanza ni se completa con media sonrisa.

En vano.

Ni las caricias, ni los besos,

ni los abrazos, ni los detalles,

ni las palabras, ni la poesía.

Las flores de mi camino

Hay pétalos que se cruzan con mi mirada

que no pertenecen a las flores en los márgenes de mi camino.

 Tengo una lágrima por cada belleza efímera

que se va como vino,

y sufro por la que vino y se quedó,

porque no se vaya.

Tengo una sonrisa para cada lágrima que la acepte.

 Tengo amor para mil flores, en una,

y temo que no sea suficiente.

Tengo el corazón en tu puño

y donde pongo el ojo la bala mira de frente.

Tengo flores en mi camino.

Algunas son muy bellas.

No las poseo.

No tengo un jardín.

Hay rosales en mi camino.

Algunas rosas son muy bellas,

pero ninguna como mi rosa.

Y si ellas son flores,

¿Yo que soy?

Belleza y sufrimiento.

Cuando la tristeza excede un bello rostro,

Sus lágrimas lo vuelven aún más bello,

Pues el amor verdadero brilla en cada curva que acarician.

La inocencia de la palabra.

La palabra alberga con frecuencia la mentira.

La poesía siempre enuncia una verdad.

Hubo un tiempo...

Recuerdas cuando el tiempo era vida, ni oro, ni arena,

Cuando la soledad valia la pena,

Cuando la pena era tercera, si era, 

Y la paz certera,

Entonces no había lutos, ni recuperaciones, ni largas esperas,

La mente volaba entre miles y miles de temas,

Buscando acertijos, resolviendo pequeños problemas.

Oh, hasta lo difícil entonces, que fácil era.

Siente libre.

Ambos vimos que te hizo un sentir preocupado.

Siente como si lanzaras sin perder,

Como si desfallecieras,

Sin morir.

Siente libre.

Desnudo ilusorio (o desnudo por ilusión).

Viste a la complejidad

de inteligencia,

A la inteligencia

de especial,

A la especial

de única,

A la única

de ti,

Y mírate ahora, desnudo ante el espejo.

Desmontándome

Sí, yo fui aquel que hablaba, y también escribo.

Lo único que importa es estar vivo.

Dos sufridores que se miran y no se ven.

Se miran y no ven más que su propio dolor.

Lo ven pero no ven lo que los une,

de modo que siguen caminando.

Caras de la vida.

Si la mentira se concibe antes de nacer, y se descubre después de morir, 

entonces habría que replantearse el término.

Ojalá pudiera seguirte.

Ojalá pudiera seguirte,

Ojalá el mundo regalara besos con las miradas,

Ojalá las miradas saciaran y tu sola presencia quitara el hambre,

Ojalá tus ojos no me encogieran y tu aroma no me perdiese,

Ojalá pudiera seguirte,

Para no andar tras de mi, buscándome, el resto del día. 

Poesía de la incertidumbre y de la angustia. Por el Vástago.

Quien pudiera avanzar contigo,

poderosa del encanto y de la angustia.

Apoderada de la imponente y tranquila fuerza de la tormenta,

y pasiva testigo de su lluvia.

Quien pudiera hacerte comprender y consolar al Rey,

en papel de vástago, Reina, presa de la lujuria.

Compleja como el tiempo,

decidirá su historia,

y yo, quien sabe si yo, ese día,

no deba mudarme, para siempre,

a algún rincón de su memoria.

Espero que no sea esa la historia,

y que la duda acabe cediéndome la victoria.

Que la reina me devuelva, como amante, a mi trabajo,

y que sea arrastrada la penuria, por la misma corriente que la trajo.

Que tendrán sus labios...

Que tendrán sus labios,

que compensando a través de lo neutro el sabor de su cabello,

son capaces de transmitir lo bello,

como la sabiduría por el más sabio.

Broche De Meditaciones

Se colapsó el momento por su comisura,

que marca una fisura en el tiempo,

mientras remarca la felicidad del final de un cuento,

traspasándome a mi, 

a través del aire, sin viento,

su movimiento.

Las huellas.

La madurez se evidencia en mi cuerpo en forma de raíces.

Propuestas para el nuevo año

Llenaré las hojas. 

Volveré a esconderme entre lomos. 

Volveré a aullar en tinta y a recorrer caminos en folios. 

Volveré a abrirme, y volveré a cerrarme. 

Y volveré a abrirme. 

Volveré a liberarme. 

Seré yo el que consuma tiempo, y no el tiempo el que me consuma. 

Seré yo el que goce el conocimiento, el que goce la vida.

Para qué tanto sufrimiento. 

La vida no es un calvario, seré yo el que lo diga. 

La vida es todo, y el tiempo, arena. 

Y cuando consuma todo el tiempo, y en mi último aliento;

seré yo el que recuerde, y suspire: "Valió la pena".