El don de la Luz

No se fijó el Sol en todos por igual.

Igual no todos nos ganamos su mirada.

... y cuando el vértice caiga sobre nuestras cabezas

para cambiar el devenir del vector que nos impulsa,

espero encontrar en el súbito caos de mi mente

las palabras que con tanto ahínco acuné,

e hilar escarlata y azabache en una urdimbre que declare.

Cuantos amores perdimos por anteponer la verdad al arte.

Oda a cada alma que comparto.

Egoísta sería, por mi parte, creerme único,

siendo, como soy, vuestro reflejo.

Tocaré al piano si se deja, una oda en vuestro honor,

con vuestras almas, como un beso en el espejo.

Presiento la vejez saturada de rostros, de gestos,

de sonrisas y lágrimas,

esbozándolas para el resto.

Soy mero fruto del cruce de gentes, 

cuyas mentes son mi mundo,

y Ventura, mi maestro.