Soñé otra vez con el niño de las preguntas. Nunca sé cómo responderle. Temo que si le dijera con honestidad lo que siento se echaría a llorar y sus lágrimas inundarían la habitación hasta ahogarme. Se viene abajo por momentos. Ojalá pudiera ayudarle, pero su sanación sería también su muerte.
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